lunes, 14 de mayo de 2012

15M

Los habitantes de un pueblo soñaban, soñaban con ser libres, soñaban con la igualdad, soñaban con la paz, así que cada día los habitantes de este pueblo estaban deseando acostarse para soñar con ese mundo ideal.
Hasta que un día uno de esos habitantes se le ocurrió que ese sueño podía convertirse en realidad, que aquel preciado momento en el que los habitantes se iban a la cama podía extenderse a todos y cada uno de los momentos de sus vidas... que aquellas jornadas incesantes de trabajo en unas pésimas condiciones, aquella corrupción de los poderosos, aquella opresión podía ser sustituida por un sueño. 

Y eso es el 15M, el verdadero despertar para vivir un sueño, el eterno sonambulismo... No podemos quedarnos ahora aquí, porque justo ahora hemos empezado a despertar del sueño para hacerlo realidad, pero todavía es demasiado pronto como para hablar de una victoria. Tenemos que dejarles claro a aquellos que nos oprimen que su legitimidad se acaba sin nosotros, que su sueño puede ser nuestra pesadilla y que al final el pueblo es el que prevalece. 

Como diría un amigo mío; he visto a gente morir, he visto a gente matar por los ideales, la gente muere pero los ideales permanecen a lo largo del tiempo, los ideales son a prueba de balas.