martes, 24 de abril de 2012

El escenario

Subió las escaleras, con paso soberbio, sin mirar un segundo atrás... y se metió entre aquellas rojas telas que parecían caer del mismo cielo. La cúpula que sobre su cabeza se cernía parecía proclamar la "victoria" del actor, que entre lisonjas y adulaciones acudía glorioso al centro del escenario, de ese escenario que relucía con el brillo de la esperanza, de ese escenario ignorante, que no sabía de las muchas falacias que sobre él se posaban. Un seseo quebró los aplausos que comenzaron a pausarse en una lente decadencia, hasta que dejaron de sonar tales embustes. El actor se disponía a hablar, y su público entregado le miraba como buscando su aprobación ante aquestos falsos propósitos.

"Todos estáis aquí para celebrar conmigo este gran éxito que vengo cosechando desde ha tiempo atrás. He de deciros, que nunca he conocido un público tan entregado como el que hoy ante mi se presenta y por eso, sé que mentís" Una gran exhalación de sorpresa se abrió paso entre las palabras del actor " Sé que mentís pues no podéis cubrir con aplausos una actuación tan pésima como la que ha acontecido hoy sobre este maravilloso escenario. Por eso, y tras mucha meditación, he llegado a la terrible conclusión de que los verdaderos actores sois vosotros y que yo no merezco ser tratado de tal forma. He entregado toda mi vida a ésto y ahora, he quedado en ridículo al verme superado por vosotros, no merezco vivir" Y un ruido ensordecedor completó la escena dejando al actor tendido en el suelo sobre un charco de sangre y al público helado después del gesto.


De repente el actor se levantó del suelo, agarró la mano del público y juntos se dirigieron al proscenio para recibir los aplausos de los verdaderos espectadores.

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