martes, 20 de marzo de 2012

Cadenas... destino

- Quizás son muchas las cadenas que te atan
- Sí, puede... pero no puedo rendirme, no quiero, no estoy dispuesto a perder mi vida entre estas cuatro paredes, quiero ver lo que hay allí, quiero salir y ver que es lo que hay allí fuera
- ¿ Y si no hay nada más allá? ¿Y si tu vida es esta?
- Entonces lo comprobaré cuando intente salir
- A lo largo de mi vida he visto a muchos en tu situación, pero nunca ninguno de ellos tenía esa fe, esa esperanza... eres incorregible 
- Quizás lo que me diferencia de ellos es lo que me haga libre, si todos han acabado igual, y yo me comporto de diferente manera, entonces puede que tenga alguna oportunidad
- ¿Tu corazón no flaquea ni al ver la sombra de la muerte acechando? ¡Necio! La sola congoja de experimentar lo que hay ahí fuera es lo que te debería de atar aquí
- Lo que está claro es que la muerte está aquí también, y no pierdo nada por arriesgar
- ¿Y si te he engañado? ¿Y si todos los demás antes que tu lo intentaron, y eso es lo que les hizo morir? No puedes fiarte de nada, sólo de lo que conoces. Nadie te esperará allí fuera, no puedes hacer nada, tu vida es esta... ¿no lo entiendes?
- Sí, quizás lo entiendo, y se que ahí está la diferencia entre yo y el resto
- Adelante pues, necio

Al oír estas palabras el pobre chico se acongojó, se le cortó la respiración, y una brisa gélida le recorrió toda la espalda, su columna de punta a punta. Pero decidió arriesgarlo todo, comenzó a quitarse las cadenas, que ya formaban parte de su cuerpo... como consecuencia se arrancaba trozos de carne, y la sangre brotaba de él con mucha facilidad... pero terminó de librarse de todas las cadenas, y sonrió fríamente al individuo que se postraba frente a él, se acercó a la puerta y la abrió. Un haz de luz se coló en sus pupilas y todo le dio vueltas.
Despertó de nuevo y se vio a sí mismo atado a la pared con unas gruesas cadenas... ahora ocupaba la posición del individuo tan extraño que se postraba anteriormente frente a él, y lo entendió todo.

Había sido él, había sido él desde el principio.

domingo, 11 de marzo de 2012

Mi carta

Hoy he recibido una carta, la he leído atentamente, me he parado en cada palabra, en cada espacio, en cada coma, para revisar bien lo que decía, porque sin duda es la carta más bonita que he recibido:

" Querido Tu:
Tú me conoces y yo a ti, sin duda estamos destinados el uno al otro, pero solo nos veremos en un momento, solo en un segundo, y ese segundo será el más bello de nuestras vidas.
He de decirte que solo te he conocido a ti, has sido siempre la única persona en la que he pensado, y por la única persona por la que he sentido algo... a la única persona que he visto en mi vida, querido Tu... hoy quiero decirte que estoy enamorada, estoy locamente enamorada de ti.
No quiero que recibas esta carta con pena porque será la única carta que escriba y bien pesarosa estoy. Puede que a primera vista no me reconozcas, y cuando nos veamos no sabrás quien soy... pero yo sí, yo si sabré quien eres. Cuando nos veamos por primera y única vez los dos dejaremos de existir, porque los dos seremos un ente nuevo, los dos nos fundiremos en un abrazo eterno sin retorno, y yo seré feliz por un instante, y tu lo serás conmigo.
Recibe tras un millón de besos, mi beso eterno.

                                                                                                                        Atentamente, la muerte."