lunes, 20 de febrero de 2012

El perro bajo la piel.

Vert era un chico de lo más normal, no destacaba en nada, ni por lo bueno ni por lo malo, era bueno, consecuente, locuaz e incluso algo extrovertido, pero desde hace unos cuantos días Vert ha cambiado.

Sus amigos han descrito en él un cambio hacia lo impulsivo, hacia lo primitivo. Vert estaba el otro día en la calle con sus amigos, y de pronto surgió en el un arrebato de violencia. Hacia él se acercaba un perro, con intención amistosa más bien, y detrás de él su dueño (un hombre calvo de unos 40 años que sacaba a su perrito a pasear.. . ni se podía imaginar que poco despué su perro fuera un amasijo de huesos y carne).

Vert tenía un bocata en la mano, y cuando el perro se acercó a él, Vert se mostró amable y cariñoso, pero de repente la revolución surgió cuando al pobre perro se le ocurrió acercarse al bocadillo para darle un muerdo. Los ojos de Vert se descolocaron, apretó su bocata con fuerza y le soltó una patada al perro, que salió volando escasos metros. El dueño alterado se acercó al chico y le dió una bofetada, y el perro bajo la piel de Vert despertó. El joven se ensañó a puñetazos con el hombre hasta dejarlo en el suelo, y luego se acercó al perro, al cual remató con unas cuantas patadas más.

Vert cerró los ojos y los abrió de nuevo, al ver al perro y al hombre postrados en el suelo supo lo que había hecho. EL chiquillo corrió, y no dejó de correr hasta que salió de su ciudad, y no paró de correr hasta que se adentró en un enorme bosque próximo a las montañas.

Ahora Vert sale de su cueva, con la boca apestada de carne putrefacta y de sangre recientemente arrebatada, ahora el chico de lo más normal se ha convertido en un perro, y lucha por sobrevivir.

La ley del más fuerte...

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