La flor

Encontré una flor en mi jardín, la flor mas rara, putrefacta y fea que había podido ver en toda mi vida, una flor la cual me costó verificar que era una flor, pero su olor, que olor! Nunca oleré algo igual, ese olor.. inconfundible, me volvió loco, no quería apartarme de la flor, no quería dejar de olerla, y aquel día lo pasé tumbado en mi jardín oliendo aquella horrible flor que tanto me gustaba, cuando el sol salió de nuevo supe que era la hora de ducharme, vestirme, comer algo, ir a dónde se suponía que tenía que ir, pero no quería. Aquella flor...
Lo intenté, creedme cuando os digo que intenté alejarme de aquella maldita flor, pero en cuanto me separé de ella, todo era peor, todo era mucho peor, no soportaba el hedor del mundo, y volví junto a la flor, a tumbarme, y pasé otro día en vela junto a la flor. Sediento, estaba sediento pero no podía levantarme ni siquiera para beber, y dejé que aquel aroma me embelesara por completo, me entregué a el, y poco a poco moría en aquel jardín, a la vera de aquella flor...
Hoy, ya muerto, junto a la flor, ha crecido una idéntica, dónde varias semanas atrás yacía mi cuerpo muerto, que curioso, ahora la primera flor se marchita poco a poco...