domingo, 1 de enero de 2012

Bajo la tenue luz

Bajo la tenue luz de la casi apagada farola la pareja discutía, y esto era muy raro en ellos.
Ella se quería rendir, entregarse y dejar que su cuerpo se marchitase. Él no podía creer sus palabras, y se negaba rotundamente a que la mujer a la que más amaba se dejase vencer por su enfermedad. Ella siempre había luchado, y ahora parecía que fuera una persona resignada... ella siempre había luchado.
La discusión comenzó a ponerse casi violenta y los dos gritaban con todas sus fuerzas, ella, quizás, con sus últimas fuerzas, gritó: "déjame morir en paz", y se produjo un silencio sepulcral en medio de la calle, que solo se veía interrumpido por el parpadeo de la farola, que parecía que se iba a apagar.
Ella comenzó a andar sin ningún rumbo, recorría la calle como un alma errante, y se empezaba fundir con la oscuridad, su eterna compañera.

Cuando el hombre casi la perdió de vista, de repente, emprendió una carrera hacia la mujer, le pereció que aquel trayecto no se acabaría nunca, y cuando estaba tan cerca de ella que casi al podía oler, puso su mano sobre el hombre de la mujer, ésta se dio la vuelta, y él emitió un grito ahogado al ver en ella los ojos de la muerte.

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